Los actuales tiempos demandan creatividad y proactividad para enfrentar no sólo los retos del presente sino también tener bienestar en el futuro.
El Desarrollo Común-Unitario es una propuesta con esas dos características que tiene como finalidad ser una alternativa para efectivizar los programas y proyectos en todo escenario. Si bien está dirigido con especial énfasis a la sociedad del sector rural, también sería de mucha utilidad aplicar sus principios y esquema en el sector educativo. Implementar un programa curricular especialmente en los temas de calidad de persona y calidad de familia, con sus seis componentes le harían un gran bien a los actores educativos: padres de familia, alumnos, docentes y directivos. Obviamente, ni qué decir de su efecto positivo hacia las organizaciones y la comunidad.
Una propuesta que nace desde el mismo mundo rural para proyectar sus bondades hacia los otros sectores de la sociedad, ya que no sólo se habla de tecnología y ciencia, quizá de pasado, presente y futuro, de un enfoque que abraza lo más esencial de la vida, el ser humano. La importancia de generar acciones y gestiones para el desarrollo de la comunidad se centra en el elemento más noble que es la persona y la primera organización básica de la sociedad, la familia, a los cuales debemos prestarle la máxima atención y preferencia en cada intervención. No deberíamos aceptar ni promover actividades que ignoren consciente o inconscientemente dichos componentes (persona y familia).
La presente obra pretende visibilizar que todos los esfuerzos se concentran en coadyuvar a las personas en la mejora de su bienestar, sin embargo, a veces nos concentramos en “ayudarles” a abandonar la pobreza material, olvidándonos de la pobreza moral, espiritual, intelectual, quizá por no saber priorizar la medicina para el enfermo, además de no identificar efectivamente la enfermedad (el problema).
De algo debemos estar convencidos antes de leer “desarrollo común-unitario”, de que las personas primero deben ser ricos en alma y espíritu para luego serlo material y económicamente. Es decir, una persona que no sabe vivir o una familia que no aprendió a convivir, no podrá generar mejores ingresos y si lo hace no podrá mantenerlo ni aprovecharlo constructivamente.
Desarrollo Común – Unitario aborda la visión de desarrollo sostenible desde un enfoque humanístico e integral, teniendo como epicentro a la persona y a la familia para lograr con mayor perdurabilidad desarrollo organizacional y desarrollo de la comunidad. Por lo que se analiza el pasado que podría haber afectado y/o beneficiado la vida de los seres humanos, el presente que estaría influyendo significativamente y que tal vez no esté siendo tomado en cuenta, y el futuro que debe leerse y entenderse antes de que llegue para no ser sorprendidos.
Se procura entender desde el análisis de varios enfoques psicológicos sobre el estudio de la mente y del cómo aprende el ser humano, enfoques legitimados en procesos de investigación y validados por su aplicabilidad o por expertos, que tanto la genética como la cultura aportan conducta s y actitudes que pueden
determinar el éxito o fracaso de las personas. Incluso hechos socio-culturales que hayan formado parte de nuestra vida pueden convertirse en “herencias genéticas” en nuestra descendencia. Aquellas características genotípicas o fenotípicas que hacen el estilo de vida.
La propuesta central es rehumanizar al humano para enfrentar a las dificultades de la sociedad, reconociendo que tales debilidades están en el ámbito interno de la persona y su familia principalmente, tales como: baja autoestima e incredulidad para triunfar; antivalores y ausencia de principios morales sólidos y débil visión de futuro; inadecuadas relaciones interpersonales; mínima creatividad, poca resiliencia y baja calidad en el servicio; débil liderazgo y trabajo en equipo sin resultados; autonomía debilitada y escaso capacidad para establecer un proyecto personal de vida.
Así mismo, es finalidad del “desarrollo común-unitario” rescatar a la familia de sus principales inconvenientes: inadecuada gestión de los hijos; deficiente relación en la pareja; distorsionada concepción de la infelicidad, la fe y los derechos; bajos niveles de calidad de vida y débiles razones para resolver nuestros conflictos; poca devoción por la paz y el desarrollo que perdura; reducida vocación por el riesgo y el emprendimiento.
Pero, en esta obra queremos ver las alternativas de solución de las debilidades expresadas desde una visión positivista y constructivista, apostando por una nueva forma de ser ya sea desde el sector familiar, educativo- laboral, asociativo o comunitario para alcanzar la meta más noble que persigue el ser humano, ser feliz. No se trata de desconocer los problemas encontrados
sino de ayudar a desaprender actitudes aprendidas en el pasado por las positivas reaprendidas en el presente para afrontar las dificultades del futuro con los aprendizajes emprendidos.
En ese contexto proponemos que la más importante especialidad que debemos interaprender para las próximas generaciones es la gestión de las emociones. Recalco, no se trata de enseñar/aprender las emociones sino la gestión de ellas.
El programa de fortalecimiento de capacidades que proponemos busca diseñar, desarrollar, implementar, evaluar y retroalimentar las fortalezas y potencialidades de los seres humanos a favor de los mismos, enmarcado en las megatendencias, de modo que, podamos hacer una labor de terapia por emergencia (atención) y a la vez de receta y estrategias para anticiparnos a los problemas venideros (prevención).
En la última parte del libro presentamos un esquema básico aplicable que puede ser mejorado para construir la calidad de persona, calidad de familia, calidad de organización y calidad de comunidad, con lo cual, se puede consolidar el desarrollo común–unitario.
ÍNDICE
Presentación
Hoja de vida de autor Hoja de vida de asesores
I. Importancia de la propuesta
II. Antecedentes básicos de la propuesta
2.1 ¿La pobreza como influencia del entorno?
2.2 ¿La pobreza como “cultura”?
2.3 ¿La pobreza como forma de aprendizaje?
2.4 ¿La pobreza como acción y gestión?
2.5 ¿Dónde estábamos los humanos para no incorporar temas humanos?
III. Presente de la propuesta
3.1 Importancia de la conciencia
3.2 Conductas que no favorecen el desarrollo común
3.3 Referencias generales en torno a la propuesta
3.4 La calidad total
3.5 PROPUESTA CENTRAL
IV. Perspectivas de futuro en torno a la propuesta
4.1 Las eras y lo que no era…
4.2 El sector educativo y su siguiente misión…
4.3 ¿La felicidología, necesitará especialistas?
4.4 Necesitamos boticas, farmacias, clínicas y hospitales del alma, pero de emergencia…
V. DESARROLLO COMÚN-UNITARIO
5.1 Línea del tiempo del presente enfoque
5.2 Sustento interdisciplinario de la propuesta
5.3 Principios para avanzar
5.4 Esquema aplicable del Desarrollo Común-Unitario
GLOSARIO BIBLIOGRAFÍA